La comunicación es el medio por el cual compartimos información propia a otro interlocutor. Una parte de la comunicación implica transmitir un mensaje expresando emociones u opiniones personales. Es una manera que tenemos para mostrar aquello que sentimos o que pensamos y es un aspecto muy importante de los seres humanos para relacionarnos entre nosotros. Para poder dar nuestro mensaje de una forma más directa y clara, respetando al otro, podemos utilizar la asertividad.
La asertividad podríamos definirla como una habilidad comunicativa que está ligada al respeto por uno mismo y por los demás. Su principal objetivo es poder expresarnos de una manera en la que no tenga que reprimir aquello que siento, pero a su vez, sin herir al otro. Es habitual pensar o escuchar frases como “Aunque algo me moleste, no quiero que se enfade, así que no le diré nada”, “Le diré a todo que sí para que me deje en paz”; que implicarían un tipo de comunicación en la que no respeto mis emociones ni pensamientos; o bien frases más agresivas, que no respetan los derechos de los demás: “Como tengo razón, tienen que hacer lo que yo digo”. Estos pensamientos nos llevan a cerrarnos y no compartir nuestros eventos con los demás.
Para encaminarnos hacia la asertividad, es necesario poder identificar qué es aquello que sentimos. Si alguna acción de los demás nos hace sentir malestar, podemos expresarlo para gestionar esa emoción que me hace sentir al momento; pero también para indicarle aquello que nos molesta (¡y también aquello que nos gusta!) y que lo pueda tener en cuenta.
A medida que vamos resolviendo pequeñas situaciones quizás nos estamos abriendo más y siendo más nosotros mismos, buscando esa aceptación sobre los aspectos que nos gustan y los que no tanto. A continuación, adjuntamos los derechos asertivos más importantes y os animamos a expresaros de manera más asertiva!
- El derecho a ser tratado con respeto y dignidad
- El derecho a tener y expresar los propios sentimientos y opiniones
- El derecho a ser escuchado y tomado en serio
- El derecho a juzgar mis necesidades, establecer mis prioridades y tomar mis propias decisiones
- El derecho a decir "NO" sin sentir culpa
- El derecho a pedir lo que quiero, dándome cuenta de que también mi interlocutor tiene derecho a decir "no".
- El derecho a cambiar
- El derecho a cometer errores
- El derecho a pedir información y ser informado
- El derecho a obtener aquello por lo que pagué
- El derecho a decidir no ser asertivo
- El derecho a ser independiente
- El derecho a decidir qué hacer con mis propiedades, cuerpo, tiempo, etc., mientras no se violen los derechos de otras personas
- El derecho a tener éxito
- El derecho a gozar y disfrutar
- El derecho a mi descanso, aislamiento, siendo asertivo
- El derecho a superarme, aun superando a los demás
Bibliografía:
Castanyer, O. (1996). La asertividad. Expresión de una sana autoestima. Bilbao: Descleé de Brouwer