La figura del psicólogo en el ámbito del dolor crónico es aun desconocida y muchas veces poco entendida. No obstante, la psicología tiene un rol muy importante en este ámbito y cada vez se hace más indispensable en la prevención y tratamiento del dolor crónico.
La OMS define el dolor como una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial. Esta definición nace a partir de los avances en 1965 propuestos por Melzak y Wall y ampliamente validados actualmente, que describen mecanismos neurológicos ascendentes y descendentes (desde el cerebro). Mientras que los mecanismos ascendentes demuestran una implicación biológica, los mecanismos descendientes conllevan la implicación de factores psicosociales. De esta idea deriva la importancia de múltiples factores a tener presentes en el tratamiento del dolor: factores biológicos, psicológicos y sociales. Todos ellos tienen un papel fundamental en el desarrollo y mantenimiento del dolor y es esencial tener una mirada biopsicosocial por parte de todas las disciplinas sanitarias.
Son cada vez más los estudios que demuestran que los tratamientos multidisciplinares que incluyen el tratamiento psicológico son más efectivos que los tratamientos únicamente farmacológicos. Tan es así, que las asociaciones de dolor a nivel internacional están recomendando la inclusión de tratamientos no farmacológicos que favorezcan siempre un afrontamiento activo (ejercicio terapéutico, educación del dolor, tratamiento psicológico) en lugar de pasivo (estrategias donde el sujeto recibe pasivamente el tratamiento sin necesidad de colaborar).
Entender cómo funciona nuestro dolor antes de empezar cualquier tratamiento para éste es fundamental. David Butler y Lorimer Moseley resumen algunos puntos educativos necesarios para incluir en el tratamiento multidisciplinar:
- El dolor siempre es real.
- Aprender más sobre tu dolor ayuda a mejorar.
- El dolor no equivale a un daño en los tejidos.
- El dolor equivale a protección.
- El dolor depende del contexto.
- El dolor y su Protectómetro.
- Tu sistema de dolor puede ser sobreprotector.
- Reeducar tu sistema del dolor es posible.
- Ser proactivo con tu dolor es necesario para mejorar.
Desde un punto de vista psicológico, des de Psyclinic trabajamos con una orientación cognitivo conductual con el objetivo de trabajar en aquellos factores psicológicos y sociales que están interviniendo en el desarrollo y mantenimiento del dolor para influir finalmente en los biológicos. Esta orientación cuenta mayoritariamente con técnicas como la reestructuración cognitiva, técnicas operantes, solución de problemas, técnicas de respiración y relajación, técnicas de exposición, etc. Además, también pueden utilizarse técnicas de tercera generación ya que varios estudios han demostrado ser efectivas.
Para finalizar, como indica Miguel Ángel Vallejo (Catedrático de Universidad, de Terapia Cognitivo Conductual en la Facultad de Psicología de la UNED) en Infocop (2010) “En atención a la evidencia científica no puede entenderse hoy día un tratamiento del dolor crónico que no incluya su abordaje psicológico”.
Bibliografía:
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Butler, D. S., & Moseley, G. L. (2010). Explicando el dolor. Noigroup Publications.
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