En la actualidad están cada vez más presentes las migraciones hacia nuevas y mejores oportunidades en comunidades o países con mejores condiciones sociales y laborales. Datos publicados por la ONU en 2019 muestran que el 12,9% de la población en España lo conforman inmigrantes, mientras que el porcentaje de personas que emigran a otros países es del 3,05%.
Estos datos esconden una población que presenta estresores psicosociales con una dimensión cuantitativa y cualitativamente relevante desde la perspectiva de sus relaciones con la salud mental. Mudarse a un nuevo país es un proceso que puede conllevar niveles de estrés tan altos que pueden superar la capacidad de adaptación de algunas personas. Por ello, se ha estudiado la relación entre el estrés crónico que presentan los inmigrantes con la aparición de psicopatología (Achotegui, 2009). Esta relación ha llevado al autor a nombrar a este conjunto de síntomas como Síndrome de Ulises, el cual nos ayuda a poder entender estas dificultades y atender a quienes lo padecen de manera más concreta y específica.
El Síndrome de Ulises viene determinado por la presencia de estresores y duelos durante el proceso de inmigración, así como síntomas psíquicos y somáticos que se enmarcan en el área de la salud mental. Los estresores implican una serie de situaciones que generan malestar a lo largo del tiempo como: la soledad, la separación de la familia y de los seres queridos, la lucha por la supervivencia, el duelo por el fracaso del proyecto migratorio, el miedo… Mientras que, a nivel clínico, se observa: sintomatología del área depresiva, como tristeza, llanto, culpa…; sintomatología ansiosa, del tipo tensión, nerviosismo, preocupaciones excesivas y recurrentes, irritabilidad, insomnio…; somatizaciones, como cefaleas o fatiga; o incluso sintomatología de confusión, como sensación de fallos de la memoria, falta de atención, sentirse perdido, hasta perderse físicamente, hallarse desorientados a nivel temporal, etc.
Para poder dar una adecuada atención a las personas que manifiestan los comentados síntomas y que presenten varios estresores y procesos de duelo, es importante incidir de manera preventiva. Esto implica un entrenamiento en técnicas de regulación emocional para entender mejor aquello que les pasa, así como trabajar el proceso de duelo en el que se encuentren y fomentar un estilo de vida acorde a sus necesidades y principios, con el objetivo de evitar que quienes padecen este cuadro, acaben empeorando y lleguen a padecer un trastorno mental estándar.
BIBLIOGRAFIA
Achotegui, J. (2009). Estrés límite y salud mental: el síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple (Síndrome de Ulises). Gaceta Médica de Bilbao, 106(4), 122-133.
Jadán, C. G. E. (2021). SINDROME DE ULISES EN INMIGRANTES DE LATINOAMERICA. Centros: Revista Científica Universitaria, 10(2), 19-37.